No se tropieza dos veces con la misma piedra.

Si supieras que te he visto, Si supieras que he vueto, Aún más fuerte, Más súbito, Como llegaron tus besos. Experimentando tras meses a la deriva, Que los barcos no se húnden, Se esconden, Que la luz no se apaga, Se duerme, Que un perfume no se gasta, Siempre permanece. Y antes de desvelarte el motivo se mi regreso, Quedar cosas claras, entre ambos, Nunca fuiste perfecto, Ni con tu malpuesta camisa, Ni con tu prisa, Y menos con la sonrisa que aparece en tu cara. Que si me ves, no me mires, Si te cruzas, no me hables, Que te digo que lo olvides, Que te pido que calles, Más no quiero saber más de tí en vida, Falso, cobarde.