miércoles, 15 de agosto de 2012

One more time.

Ella,  hace tiempo que no interiorizaba tanto en sus sentimientos. Entró en el baño, se sentó en la taza del water y dejó caer su cabeza con un leve movimiento apoyándola en la pared que había a su espalda, cerró los ojos durante unos segundos mientras la radio sonaba, en ese momento, cuando la música está más alta que lo que pasa por tu cabeza, abrió los ojos mientras perdía la mirada en el techo del baño cubiertos por unos azulejos de un tono blanquecino.
Inspiró profundamente y exhaló como si con ese suspiro expulsara todo aquello que estaba pensando. Entonces se acordó de él, una lluvia de imágenes le hacía rememorar lo que buscaba, lo que solo ella podía entender. Había estado mucho tiempo juntos, se sentía tranquila a su lado, confiaba en él, le quería, pero no le amaba con locura, era un amor... Familiar.
En ella otra persona había despertado esa mariposa que todos llevamos dentro, esa que te hace morderte las uñas, cosa feísima, aquel que te hizo tocar la cúspide del éxtasis con solo un beso.
Motivo de cada pincelada con su lápiz de ojos, marrón, he de destacar.
Predecía de nuevo esa sensación.

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